Las Ranitas
Hace algún tiempo escuche el relato de un profesor de la universidad que versaba sobre una competencia entre algunos apostadores, la situación era más o menos así:
Dentro de un recipiente redondo que se encontraba casi hasta la mitad con leche, de improviso cayeron tres ranitas, que quedaron nadando en la superficie de la leche. Unos apostadores compulsivos que estaban cerca del lugar se acercaron y comenzaron apostar de cual seria la primera en ahogarse, e hicieron sus apuestas y acto seguido dedicaron sus minutos ver el resultado, pronto una de ellas dejo de mover sus patas con la rapidez requerida para sustentar su nado y se ahogo. Se pagaron las apuestas y acto seguido se reinicio apostando ahora a cual seria la próxima que se ahogaría, calculo no difícil de obtener ya que visiblemente una de ellas ya con dificultad movía sus patas para mantener el nado, pronto dejo de hacerlo y desapareció de la vista de los apostadores, sumergiéndose bajo la leche.
Solo quedaba una ranita, entonces las apuestas de triplicaron y cada cual aposto a una cantidad de tiempo que esta última ranita soportaría antes de ahogarse, ninguno le dispuso más de una hora, sin embargo, ella batía y batía sus patas con fuerzas, con dificultad muchas veces, casi al borde de la parálisis en otras, pero seguía luchando, manteniéndose a flote y viva, paso el tiempo, tiempo y mitad de tiempo, y la ranita no perecía, y cada vez se le veía más firme y resuelta a continuar con vida, tanto fue lo que batió sus patas de rana que convirtió la leche en mantequilla, entonces ya endurecida pego el ultimo salto y salio fuera del recipiente.
Para reflexionar:
Como enfrentas tus problemas cotidianos.
¿Eres de los que se cansan y dejan de luchar? o ¿más porfiado que “Yegua tuerta” como decía mi amigo Alonso, y a pesar de las dificultades de la vida sigues confiado en que no hay problema sin solución y todo depende del esfuerzo personal, la constancia y dedicación que le entreguemos a la solución de los problemas?
Te invito a aprender de esta ranita y convertir tus dificultades en mantequilla.
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